Guy de Maupassant: Confesiones de una mujer

 


   La capacidad de síntesis es prodigiosa en Maupassant, capaz de hablar de la infidelidad, los celos, el amor loco, la devoción criminal, la sumisión esclava, la violencia criminal en tan solo cinco páginas. Pero además el sentido del humor salvaje, indómito, la crítica despiadada a las costumbres cabe también en el relato y es lo que pone la pátina individual, la marca de autor, que en el horror arranca una sonrisa cómplice, comprensiva. Leído ahora, veinticinco años después de la primera vez, sigue pareciéndome un relato magistral y uno de esos que han influido mucho en mi labor creativa desde una callada segunda línea inspiradora.  

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