Don DeLillo: Submundo: Viajando con Amy

 


   Me fascina seguir el viaje que hace el narrador con Amy, sin destino y sin plazos, tanto que me acuerdo de los encuentros y desencuentros de Horacio y la Maga, en Rayuela, y hallo coincidencias, leo en los espacios en blanco de ambos libros y veo líneas que los emparentan, que los llevan hacia el mismo lugar sin nombre, sin nombre posible donde aguarda también lo que no tiene nombre ni lo necesita, porque las grandes creaciones de los grandes escritores nos hablan de lo que somos y no pudimos ser, de lo que fuimos sin saberlo y seremos o estamos siendo, lo sepamos o no, porque para eso se inventó la literatura, al menos esta que nos atrapa porque nos habla de nosotros mismos sin mencionarnos pero sin apartarse de nosotros un solo instante. 

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